Y dicen del tiempo que...

Hoy me senté por unos instantes a mirar al tiempo…, aunque lo crean imposible o de fabula, puede hacerse. Fije la mirada en las agujas del reloj y percibí como podía meterme dentro de la historia, de los recuerdos, los desvanecimientos temporales, los torpes causales del adiós. En realidad temía quedarme ahí encerrado…, por eso no abrí todas las puertas, no ojee las paginas de mi vida con completo detenimiento…, solo convulsione mi mirar, detuve esta sobredosis de locura por querer volver atrás.

Traspasar esta barrera del tiempo no me hizo mas sabio o eterno…, contrariando esta teoría absurda, solo me trajo viejas cartas escritas a mano, tinta china de esculturas perdidas, besos mal enseñados…, torpes bienvenidas.

Fue un viaje hermoso, no tengo palabras para describir tanta sintonía, tanto agravio del tiempo detenido…, miles de latidos en osadía.

Las agujas marcaron con fuego la puerta que no tengo que volver abrir…, es esa donde ame con locura y sentimiento y sin pulsos me amaron, ahí bese con el alma…, y me besaron. Porque no tengo que volver a cruzar ese umbral, replique ante la nada, inadvertida…, que gobierna donde los minutos son años, y los segundos eternas melodías…

Alguien contestó….

“…No se puede luchar contra el mar, porque así fue creado…, no podemos cambiar al cielo de color…, no se puede torcer las montañas, siquiera apagar el fuego sagrado. Por mas que lo intentes miles de veces, y sueñes lo pasado…, algo que no fue escrito con amor, nunca será recordado…”