Poco simple..., mas facil (que ayer)

Se explaya la mirada y los ciegos de amor sonríen una vez mas…, es que el crudo invierno esta terminando, y es mejor ver para creer. Prefiero el calor de una tarde…, al frío de los recuerdos del ayer. Se que lo prefiero así. Hay una forma de creerlo y no ausentarse…, pero cuando un recuerdo llega los días se opacan…, las ventanas al sol se cierran…, las puertas se pierden. Un recuerdo no siempre es leal, traiciona al mirar…, deja gélido e inoperante al latir. Solo hay una forma de que eso no pase…, y es dejando todo por ese propósito, esa mirada de ciego amor…, esa sonrisa de ayer, y ese abrazo partido, para mañana. Una forma mas de la emoción…, una forma mas perdiendo la noción…, somos dos…, vos y yo.

Igual no nos engañemos mucho…, casi siempre anhelamos el recuerdo que nos desvela…, a la realidad que nos condena, no? No hay respuestas para el amor o los recuerdos…, es la ciencia inexacta…, dócil y hermana de la razón, que exista…, y aunque no se conozca con esta ultima, el corazón siempre le impide a la razón crear. Es por eso que cuando queremos no siempre podemos, las piernas tiemblan, las mariposas se extinguen…, y ahí, justo en ese momento los besos tiemblan.

Dejemos para mañana la razón, dejemos para mañana la mirada perdida…, el invierno esta terminando, es la última vez para que el reloj de las 12…, es la última vez para que tanta agua pase por debajo del puente…, es la última vez para sufrir…, la primera vez para sentir.