Domingo

Los domingos, el segundo es mas caro que un beso robado. Los abrazos que se extrañan, carecen de voz propia, de palabras que sobran en un grito seco. A medida que el sol se cae, la luz se agrieta la oscuridad avecina una calma inusitada, enfermiza.

Los domingos que recuerdo, van de dos en dosa veces se cruzan de a pares raros, como los besos que perdimos por no dar, por ser egoístas al pasar.

Si estuvieras ahí un domingo, te darías cuenta. El espejo no te devolvería su luz. Su reflejo seria opaco y adyacente el interrogante mas lucido en tiempos de oscuridad...

Porque dejar pasar una oportunidad?

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