Luz. Falta de.

Fue una noche de invierno, de las que se asemejan a un domingo. Estábamos en comunión con la tv y los quehaceres que mantienen la memoria ocupada, desaturdidos de la rutina. 


De pronto todo se oscureció, instantáneamente y casi por sorpresa no supimos que hacer. La noche lo copo todo. El tiempo, la luz el deseo. Todo.


Intentamos encontrar la explicación ante semejante acto impune de la luz. Pero no la encontramos. Nada cobraba sentido, no podíamos vernos, siquiera al espejo. Tanteábamos la sombra y los recuerdos que alguna vez iluminaron los cielos.


Fue una noche de invierno. De golpe no volvimos a ser los mismos, las calles estaban oscuras y sin saberlo, estábamos ciegos. 

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