La sombra del viajero.

A veces no distingo el viaje del viajero. En introspectiva confieso que amo viajar, el viaje en si delata mis carencias o la necesidad constante de afecto. Sin eso soy un simple y obtuso viajero con sus valijas llenas de nada. La vida es un viaje, años de búsqueda, minutos en la terminal de la existencia, de esa bendita existencia. 


Realmente soy pésimo siendo acompañante, lo mío es el volante, las riendas. Soy capitán si me consignan mi vida de nuevo, si me aman, si gobiernan mis sentidos todo el tiempo y no cada muerte espeluznante del tedio y la rutina. 


Soy una persona en transito. En tu vida y en la mía también. Soy aquel que llega siempre tarde a la partida. Y temprano para que lo inviten a un nuevo paisaje. A una seducción podrida de existir. Pero que muere por viajar conmigo. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Personas en tránsito buscando encajar...somos varios.

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