Día gris, distancia para náufragos.

Día 1: Me siento cansado, juez y parte de mis actos..., pero la ausencia de tu presencia me hace cobarde. No logro reconocer tu sonrisa en la inmensidad de los mares. Los cuadros de tinta lloran a la musa de mis letras.

La distancia acorta las posibilidades, que el tiempo no me da.

Día 2: No encuentro una razón en el cielo de tus ojos, el aroma de tu piel desangra mi tacto..., quisiera abrazarte, veras que nunca es tarde para delatarme. Sin embargo, hay algo que no deja de ser en vano, algo que no sabe a libertad.

La distancia me tiene entre manos, provoca lágrimas en soledad.

Día 3: Me rindo..., la tregua agoto mi paciencia. No hay destino esta noche, no hay motivo que festejar. Me siento aturdido y sin respuestas..., sin espera al esperar.

Y dejaré de llamar distancia, al límite absurdo entre tu camino y el mío.

Día Gris: Las estrellas debaten un rumbo para la melancolía, de días grises que vienen y se van. La brisa calma de tus besos, aturde y lastima mi osadía; porque intente hacer lo correcto de mil maneras, y mi barco se hunde día a día...