Conmociones del Tiempo...

Ya no es la mirada perdida lo que refleja tu universo. No son los mismos besos los que delatan a la desesperación por ser besados. No es mismo el abrazo partido…, el horario pactado. Es la misma cita a ciegas de siempre, intentando hacer oídos sordos.

Cuando te miro, detenes tu rechazo por unos instantes…, te volves lo que usualmente hacia temblar la existencia de mi mundo…, una mujer fría como el mismo sol que nos ilumina…, una daga cruzando el aire, partiéndolo en mil pedazos…, una dama de lo maldito, un sueño en lo infinito.

Me desentiendo de lo que nos sucede al sufrir…, me desligo lentamente de lo que daña mi corazón, es profunda la gracia…, sincera la razón. Pero los minutos siguen siendo tuyos…, es ahí donde me siento pequeño, vulnerable.

Ya no das besos a la hora del te…, no es sino, un miedo dulce lo que me regalas, de pensar una y otra vez que estas ahí mirándome, que me enseñas a caer una y otra vez…, besando el suelo…, donde alguna vez te encontré.