Luna roja: la mujer.

Llorabas por él…, se notaban las tibias lagrimas de tu creación, caer una a una sobre tus mejillas, simples, tristes. La distracción tal vez llego a tiempo, nada mejor que reír en el momento justo…, a la hora donde los relojes no cuentan los minutos certeros de la vida.

Procuro que el cielo entienda que mi límite en esta tierra, lo tiene una mujer. No reniego de eso, no vivo con eso tampoco…, pero entiendo que esa forma humana, será la noche en pleno día…, la luna llena sin agonía.

Llorabas por él…, y el cielo llovía más que nunca; necia e imperturbable la luna te esperaba en el andén, torpe y desafiante yo esperaba por él…

Esperaba por el amor, que roba lágrimas y promete risas eternas…, esperaba arriesgar…, salir de la oscuridad, amar, recitar. Bajo un cielo hostil, mi límite se asemeja a la locura…, esa mujer que impacienta al olvido intenta amarme…, es un acertijo bajo el agua.

Quiero ver la luna reflejarse en tu mar…, tu sonrisa en mi boca…, tu piel y mi piel, donde la lluvia no pueda llegar…