Amantes

Y las moléculas del placer se separan ante la partida del amante en luto. Los jardines del edén, grises anhelan la primavera de los encantos de mujer…, son pequeños espacios y grandes deseos, los del amante innato y su ego eterno.

Mentiras potables, locuras sin freno…, nada de lo que deseamos, al fin está.
Alfiles y caballos…, sensibles Reinas sin su Rey. Paños y damas…, eternos laureles.

Los recuerdos de la antología se presenta intactos y vagabundos…, dos amantes de nivel, enredados entre las piernas del placer…, diablos sin cola, gemidos y extractos nobles de locura. Los hierros de la cama tibia…, rechinan contra ellos mismos…, como si el truco de amar, fuera tan simple.

Tus letras y tu copa vacía, pide a gritos ser tomada…, el calor y la humedad de las paredes del infierno, no son mas que el cruce entre tu cuerpo y mi extremo…, ente mi cuerpo y tu extremo…

Las estrellas cae en la noche añil, son tus labios los que alimentan este trozo de papel. Estés donde estés; Dama y mujer amante…, reina de los cielos, criatura pensante…, donde este tu deseo ahí voy a estar, donde este tu huella…, mi camino transitaras…

Tu vestido cae una vez mas, ante mi espejo de lealtad absoluta…, no soy amante en luto por desearte a escondidas, ni el hombre de los sueños por amar de mas. Soy ni mas ni menos, que una replica de la circunstancia llamada ocasión…, valla paradoja, esto es simplemente un himno de amor.