Ensayo de madrugada, 3:30 am.

La aguja del reloj enmudeció a las 3:30 am, no sentí el ruido que sentimos cuando se quiebra el tiempo, tampoco cuando se acelera inmóvil, llevándose todo a su paso. Nada. Di una vuelta, dos, me moví buscándome, buscando una razón para dormir y dos para estar despierto. Pense en el día, en la intensidad, en lo encantador del momento que no transcurre.  Pense en el agua, en la libertad que hay cuando un cuerpo, cuando mi cuerpo toca el agua. Elabore una teoría! si... una teoría a las 3:30 am.

"El agua es un sujeto cuya estructura se asemeja al sueño. Decimos el, pero en realidad es ella, un femenino que no deja de perturbar mi piel en el mismo tacto, o desde el mismo tacto. Puedo decir que es un medio, hasta un mismísimo espejo. El agua busca, el agua encuentra..., pero que sucede cuando se hace, cuando nace en el cuerpo? impacta, consume, desnuda, presume, toca. Y ahí estoy yo, ahí esta ella, el agua. Se jacta de mi presencia, se amolda a un cuerpo inerte, se ríe de la piel erizada, porque la piel también siente bajo el agua, se eriza, y también se nubla. Siente y se desnuda, con la ropa puesta, pero se desnuda."

Y yo me río! que otra cosa puedo hacer? me rio, porque son las 3:30 am, el tiempo no paso... y yo nunca me desperté, estoy soñando, soñando que escribo a puño y letra, como hace tiempo no hacia, nadando en aguas misteriosas, mojado entero, vestido y riendo. Queriendo y riendo.