Adiós…, y para siempre...

Porque será que seguimos mirándonos en ese espejo, cuando sentimos la piel arder? Que nos detiene a pensar en cero cuando el que se fue no regresará jamás?

No entendemos, no damos tregua a nuestra razón, el tiempo parece eterno…, ya no hay salida al corazón. Escucho estos versos tristes por doquier y nadie sabe la verdad, que la vida sigue allá afuera…, que ayer pudo ser el comienzo, y que hoy es el final…

Nos cuesta el desarraigo de un perfume…, el despojo de la música del recuerdo, o será que es una condición humana el vivir obsesionado con lo que fue? No me canso de mirar almas tristes vagando por su redundancia, intentando recordar que es lo que están olvidando.

Cuesta dar el primer paso, como el primer beso que nos condenó…, pero quien nos quita lo bailado, si la libertad siempre fue el mas sincero de los pecados?

Hay un punto exacto entre lo que queremos para nosotros y los que nos pudieron dar…, ahí se encuentra el modo en que valoramos quienes somos, y las fuerzas para poder arrancar…, no ocultes la tristeza, pero no la hagas carne…, piel; para ver quien eres.

El espejo esta frente a la hostilidad de tu mirada, podrás ceder…, y olvidar?