Soñar, simplemente.

Soñé con la redención de mi alma, tal vez la necesite alguna vez…, pero ese día nunca llegara, no aceptaría esa derrota, aun de rodillas besando el suelo, lejos de un deseo.

Tus palabras exigían, tus manos obligaban…, tus labios morían con fuego en las venas…, yo simplemente soñaba. Tan cerca y tan lejos a la vez…, tenerte implica una distancia peligrosa, la aceptaría, porque ya nada importa; lo lograría…, si mi cobarde entender no lo reprocha…

Somos almas buscando redención una con otra…, mi boca delata el verso, que tu beso relata.

Estoy aquí, a punto de volar…, de hacer valer mis emociones. De existir hasta el infinito, de fundirme si te pienso…, y arriesgar el tiempo que no tengo, si te quiero soñar.

Somos almas buscando redención una con otra…, mi boca delata el verso, que tu beso relata.

Soñé con la liberación de mis deseos, cuando te dije que te necesitaba. Me miraste, convencida…, aceptando mis palabras. Me tomaste de la mano…, ya nada importaba.

Soñar puede ser peligroso y hasta dañino si al menos ahí, no cumplís con la historia. Soñar puede ser divino…, si en la realidad de mis días, tu verso boca, vuelve a recitar esa historia...